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¡Cuidado con este artículo!
Mira; esto del entrenamiento de fuerza es como casi todo lo que quieras conseguir, tienes que hacerlo tú. Puede que tengas todo el tiempo del mundo, que te hayas gastado 20.000 € en montarte tu propio gym en casa, incluso que hayas contratado al entrenador de Hugh Jackman en “Lobezno”. Tú sigues siendo quien tiene que entrenar.
La lista que estás a punto de repasar con desesperación no supone una declaración absoluta y definitiva, ¡qué va!, son conductas totalmente transformables y reconocibles por todos en algún momento; ¡mierda, yo mismo he sufrido algunas!
Pero en mucha población, estas conductas permanecen eternas, atoradas, incrustadas en ese ser que, difícilmente, conseguirá un resultado ampliamente apreciable.
¿Sabes lo peor?, que estas personalidades de “entrenamiento” se extrapolan al exterior, a la vida laboral, personal, familiar. ¿Entiendes ahora lo de “cuidado con este artículo”?
Sabrás si eres una de las siguientes personalidades si, al leerlo, ¡Duele!
Eso sí, vamos a tratar de darles una patada en el culo tal y como se debe hacer en una competición: conociendo al rival.
¿RESULTADO?
Significa conseguir lo que te has planteado antes de comenzar tu proceso de entrenamiento. Punto.
Y es lo primero que hay que definir, cuanto más específico mejor.
- “Ponerme un poquito más fuertecito…y tal” (no dice casi nada)
- “Ser capaz de hacer 10 dominadas” (¡Boom!)
Pero es algo que tienes que precisar y decidir tú.
Una cosa está clara: cuando el objetivo es vago, también lo es el proceso.
Por lo tanto, Resultado es lograr aquello que tú te propusiste.
Hola soy Tommy Álvarez y no, no soy psicólogo. Pero 25 años entrenando a otras personas me ofrecen cierta potestad para enseñarte la lista de las 8 personalidades que nunca conseguirán resultados, si no cambian…

1.- El/la que va empezar “después de esto…”
Es el “esperador oficial”, promete que van a empezar a entrenar y mantener una alimentación sana justo después de algún evento o período; ¡Ojo!, incluso puede ser que sea el próximo lunes.
Aparentemente está esperando hasta que las cosas se calmen en el trabajo, que acabe el verano, que empiece el verano, después de Navidad, cuando se case su hermano, una vez que pase el frio o cuando le suban el sueldo, yo que sé… la lista sigue y sigue. Y así durante meses, años.
Un secretito: La vida nunca se vuelve menos “ocupada”. El mes próximo habrá nueva gente en tu vida, las responsabilidades se acumulan cada semana y siempre habrá un nuevo evento “próximamente”.
Pensar que tu calendario se va a liberar a medida que progresas en la vida es como pensar que tu piel seguirá tan lisa como la de un bebé a medida que cumples años.
Qué hacer: Practica la proactividad y arranca un par de horas cada semana para entrenar y tener comida sana disponible al momento.
Estas horas designadas son piedras preciosas y, salvo alguna extraña excepción, debes luchar a fuego por ellas para mantenerte en la senda del entrenamiento y hábito saludable.
Puede sonar algo extremo, pero también lo es procrastinar durante años y años.

2.- El/la buscador/a de obstáculos
No entrena o come limpio porque ninguna solución es lo bastante buena para él/ella. Prefieren buscar obstáculos y problemas que aceptar una solución y ponerse a hacer el trabajo.
Muy a menudo se quejan de no tener tiempo suficiente para el ejercicio y cuando sugieres alternativas te responden con otro problema:
- ¿Entrenar el fin de semana?: “es momento para la familia”.
- ¿Qué tal después del trabajo?: “Demasiado cansado”.
- ¿Antes del trabajo?: “Uf, no funciono bien temprano”.
Con la alimentación pasa algo similar.
Este ciclo de quejas se repite hasta la saciedad.
Quiere más obstáculos y así evitar el hecho de que no desea ninguna clase de compromiso, independientemente de cuántas soluciones sean ofrecidas.
Qué hacer: Realmente nada. Si no quieres compromiso es más que respetable. Sólo que tienes que aceptar que eres así y no vender que deseas entrenar.

3.- El/la que no tiene un programa de entrenamiento
-“Tío, en serio, no veo ninguna progresión en mis entrenamientos”.
-“Cuéntame. ¿En qué te estás centrando con tu programa?”.
-“¿Qué programa?....
A ver si lo entendemos de manera sutil:
“¡¡DEBES TENER UN PRO-GRA-MA!!”
Y, preferiblemente, uno que esté focalizado en tus objetivos específicos. En un mundo perfecto, un entrenador/a diseña un programa para ti que va en concordancia con tus habilidades y debilidades específicas. Aún así, si no tienes el lujo de tener un entrenador, búscate la vida para tener algo sobre el papel que sigues semanalmente y con el que progresas.
Esa es la clave, elegir un programa y seguirlo. Y, como norma general, si no sigues un programa de al menos 12 semanas, entonces no te has ganado el derecho a decir que no funciona.
Qué hacer: Seguir un maldito programa.

4.- El/la “Saltador/a de programas”
Son los que nunca terminan el programa de entrenamiento. Saltan de programa en programa, ya sea por aburrimiento, porque les han dicho que debe “confundir sus músculos” o por la promesa del nuevo “X90 fitness warrior box” que te garantiza el cuerpo del verano.
Una semana alguien empieza un programa de entrenamiento nuevo, solamente para saltar a uno nuevo 7 días más tarde porque promete 10 centímetros más de pectoral en 2 semanas.
Un secretito: Nunca se acabarán los “objetos brillantes” que traten de distraer nuestra atención. Especialmente para los novatos, saltar de programa en programa es un ticket de ida a la ciudad de la mediocridad. Casarte con esa idea de la “confusión muscular” rara vez te permitirá avanzar de manera firme.
No terminar un programa de entrenamiento nunca permitirá a tu Sistema Nervioso Central adaptarse a ningún movimiento y sacar lo mejor de él.
Qué hacer: ¡Hey, Acábalo!
La verdad es esta: La Sobrecarga Progresiva es el rey. Todas y cada una de las personas que entrenan deberían hacer un esfuerzo por incrementar la carga (series o repeticiones, o ambas, o disminuir los intervalos de descanso) para hacer más trabajo cada semana.
Esta es la mejor manera de abordar el trabajo de fuerza y algo que muchísimas personas que entrenan pasan por alto, en favor del ejercicio sexy o poco convencional. Domina la carga y gánate el derecho a añadir más.

5.- El/La “Minucioso/a”
Sencillamente hay personas que adoran las minucias, que aman lo trivial mientras evitan la práctica de lo fundamental. A esta clase de gente les encanta discutir y debatir sobre la semántica del fitness, el biorritmo diario, tendencias actuales de fitness, sarcopenia y hasta teorías conspirativas, mientras su salud y su silueta siguen en pobre estado año tras año.
Se encuentran en lo que se conoce como “parálisis por análisis”, ese estado en el que analizas, desmenuzas absolutamente todo, pero sigues sin mover un solo dedo.
Qué hacer: Ponte en marcha. Lo que cuenta es la “Acción Imperfecta”, pero acción. Los astros nunca se van a alinear del modo que esperas, la ciencia va a seguir avanzando (y también tu sarcopenia). Muévete y sigue siendo minucioso si quieres, pero mientras entrenas cada semana.

6.- El/La “lesionado/a permanente”
Nunca empieza porque sigue salivando la misma lesión que tuvo hace diez años. Por supuesto, las lesiones tienen matices y el camino hacia la recuperación es algo bastante individual. Pero esto, aún así, no es excusa para quedarte tirado en el sofá desarrollando tu tesis doctoral sobre Netflix. Los estudios muestran que el ejercicio es beneficioso para trabajar y rehabilitar lesiones/dolores.
No sólo puedes entrenar alrededor de una lesión, sino que hasta puedes conseguir grandes resultados. Escucha, todos tenemos alguna lesión, Tú no eres especial.
Qué hacer: Dejando a un lado las excepciones más severas, cualquiera puede encontrar un ejercicio libre de dolor para cada parte del cuerpo. Incluso en el peor escenario, puedes entrenar otros músculos/áreas mientras dejas que tu lesión sane.
Deja de convencer a todo el mundo, incluido a ti mismo, que estás tan “roto” que no puedes ni hacer un puente de glúteos o unas extensiones de tríceps. No es así. Y... ¿se te ha ocurrido acudir a un fisioterapeuta y hacerle caso cuando te proponga un programa de "vuelta al ejercicio"?

7.- El/la que piensa que “su trabajo cuenta como entrenamiento”
Vamos a ver una cosita: trabajar en la construcción es de los trabajos físicos más duros que hay. No tengo duda. Aún así, esos constructores se preguntan el por qué sus cuerpos, a menudo, no reflejan esa labor dura…
Simple: El trabajo en general (aunque duro) difiere muchísimo del entrenamiento requerido por tu musculatura para crecer y adornarse de maravilla. En este caso, la construcción es el trabajo, no una sesión de entrenamiento. Puede que quemes calorías y levantes sacos de cemento como nadie pero, así y todo, no cuenta como entrenamiento.
El entrenamiento lleva intrínsecos aspectos como la conexión mente-músculo y una variedad de repeticiones.
Qué hacer: Encuentra algo de tiempo para entrenar (aunque tu trabajo sea extenuante). Sólo algunas horas a la semana serán suficientes.
Un secretito: la buena noticia es que el entrenamiento de fuerza te ayudará en tu trabajo, y tu tipo de trabajo puede darte alguna ventaja en el gym, se llama .

8.- El/la que “pasa del entrenamiento invisible”
Es decir, aquel o aquella que despoja de todo valor a las conductas “No Ejercicio” paralelas a su entrenamiento, conductas que suponen un alto porcentaje (muy alto) en su éxito.
Estas son: la alimentación, el sueño y el estrés (las más importantes).
Entrenan pero que muy bien, e intenso. Pero comen todo el día fuera y mal, duermen 5 horas al día y mantienen un estrés de bróker de bolsa.
Nadie puede discutir la importancia de la alimentación cuando se trata de alcanzar, sobre todo, un objetivo de silueta. Simple: un plan de nutrición que no está en línea con tu objetivo lo hará mucho más difícil de conseguir.
-“Yo es que sólo duermo 5 horas y funciono mejor así”…
-“Ok, enhorabuena. Y suerte, mucha suerte”.
Dormir menos horas de las adecuadas puede que no te haga debilucho, pero definitivamente afecta a tu rendimiento en el gimnasio. Puedes pensar que eres capaz de “funcionar bien” con sólo un par de horas de sueño, pero te equivocas 100%. Tu rendimiento está por debajo y tu objetivo más lejos.
Qué hacer:
- COME Limpio y mucho (si tu objetivo es crecer y/rendir más).
- COME Limpio y menos (si tu objetivo es quitar grasa y volumen). Y minimiza el alcohol.
- DUERME 7-8 horas cada día. No tienes ni idea de la importancia que esto tiene.
- RELAX.., el estrés no sólo puede alejarte de tu objetivo, puede darte otros “sustitos”.

Excusas y Resultados
Excusa es la “razón o argumento para justificar una cosa, en especial un error, para demostrar que alguien no es culpable/responsable de algo”.
La gente hoy en día se ofende cuando alguien les pregunta: ¿Cuál es tu excusa? En serio, no pasa nada, pero no neguemos que existe y arriba tienes el significado. Y los que se ofenden suelen ser Excusadores Crónicos.
La Solución, quizás, se resume en tomar el liderato de la propia salud y silueta. Y esto empieza con reconocer si te encuentras en uno de estos perfiles que hemos visto. La realidad puede picar un poquito, pero te hará mejor.
Al fin y al cabo, siempre que alguien dice “No he conseguido resultados entrenando” es que… :
- Está “esperando el momento ideal” (no existe)
- Le encanta buscar (y encontrar) obstáculos.
- No tiene un Programa de Entrenamiento.
- Salta de Programa en Programa continuamente.
- Está analizando todo, pero sin actuar.
- Está siempre “Lesionado/a” (debe esperar a que “pase”).
- Cree que con su trabajo de fontanero o repartidora es “suficiente”.
- Entrena bien en el gym pero todo el resto es una basura.

Si quieres empiezo yo
Yo paso demasiado tiempo analizando cada programa que sigo. Tanto que, a veces, pierdo un tiempo precioso de mejora.
Hay muchas ocasiones en las que no como acorde al tipo de programa de entrenamiento/objetivo.
Y termino: Cada uno/a hace lo que le da la gana.
Pero la siguiente frase es para aquellos/as que se preguntan por qué diablos no consiguen resultados nunca.
“Absolutamente cualquiera puede tener unos resultados increíbles entrenando. Desafortunadamente no cualquiera está dispuesto/a a poner todos los ingredientes necesarios”.